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Trombosis venosa mesentérica

5 de septiembre 2022

Trombosis venosa mesentérica

¿Qué es la trombosis venosa mesentérica?

La trombosis venosa mesentérica se refiere a la oclusión de las venas que drenan la sangre de los intestinos. Esta obstrucción causa un incremento en la presión de la pared intestinal, lo cual ocasiona isquemia (falta de sangre). La isquemia se causa debido a que las arterias que van al intestino, no pueden vencer la presión que hay en el mismo, bloqueando así la circulación arterial que lleva oxígeno y nutrientes.

La trombosis venosa mesentérica se puede presentar de forma aguda, subaguda o crónica. Generalmente afecta al inste sino delgado distal, rara vez involucra el colon.

La acumulación de líquidos en la pared intestinal y dentro de la luz intestinal, produce hipovolemia, lo que disminuye el aporte sanguíneo, incrementando así la isquemia intestinal. Todo esto se agrava también por el vasoespasmo que se produce por la trombosis venosa y el edema intestinal.

Trombosis venosa mesentérica- Factores de riesgo

La trombosis venosa mesentérica se considera un trastorno multifactorial, y se dividen en factores adquiridos o hereditarios.

Los procesos inflamatorios intra-abdominales, son factores de riesgo importantes: pancreatitis, inflamaciones intestinales, el trauma (esplenectomía), cirugías laparoscópicas para pérdida de peso, etc.

Las trombofilias adquiridas o hereditarias, como las mutaciones al gen de la protrombina (G20210A), síndrome nefrótico, cáncer, etc.

El síndrome respiratorio agudo por infección con coronavirus 2, también se relaciona con trombosis venosas mesentéricas.

Otras causas son: masas abdominales que causan compresión venosa, alteraciones mieloproliferativas, hipertensión portal y cirrosis, historia de trombosis venosa profunda.

Trombosis venosa mesentérica- Signos y síntomas

La edad en la que se presenta con mayor frecuencia es entre los 45 y 60 años. Con una leve predominancia por el sexo masculino.

Presentación aguda: inicia con un dolor tipo cólico alrededor del ombligo, que dura horas y que no tiene relación con la exploración física abdominal la cual es casi normal. En ocasiones el dolor no inicia tan abruptamente y suele ser tipo sordo e insidioso. La duración de los síntomas antes de acudir al médico suele ir de los 5 a los 14 días. Puede agregarse náusea y/o vómito.

Puede presentarse distensión abdominal. Los datos de alarma suelen verse cuando la trombosis esta muy avanzada.

Las radiografías no suelen ayudar mucho en este estado.

Presentación subaguda: los síntomas se presentan durante días o semanas antes del diagnóstico. El signo mas común, y muchas veces el único, es el dolor abdominal inespecífico. Este cuadro se presenta en pacientes con trombosis parciales o distales que desarrollan nuevas colaterales.

Presentación crónica: Estos pacientes normalmente cursan asintomáticos. El diagnóstico se realiza de forma incidental. Cuando estos pacientes presentan síntomas, son mas bien relacionados con datos de hipertensión portal (várices y sangrados esofágicos). Pocos pacientes presentan dolor abdominal después de comer.

Trombosis venosa mesentérica – Diagnóstico

No hay características clínicas ni por laboratorio que establezcan el diagnóstico.

La mitad de los pacientes tienen historia personal o familiar de trombosis venosa profunda o tromboembolia pulmonar.

El diagnóstico definitivo se establece con estudios de imagen que comprueben la trombosis en las venas mesentéricas. Esto se logra con una venografía por resonancia magnética o con una tomografía con y sin contraste con fase tardía venosa. Cuando estos estudios no son concluyentes, se recurre a la la venografía con catéteres intravenosos.

Una vez establecido el diagnóstico de trombosis venosa mesentérica, se tienen que descartar estados de trombofilia (genéticos o adquiridos).

Trombosis venosa mesentérica – Tratamiento

Es principalmente conservador, con anticoagulación para detener la extensión del trombo, ayuno para dejar descansar el intestino y una vigilancia estrecha en búsqueda de complicaciones. La rehidratación del paciente es esencial. En pacientes bien seleccionados se pueden utilizar medicamentos que diluyen los coágulos. La cirugía se reserva para pacientes en los que se corrobora infarto intestinal o cuando la sospecha de este es alta.

La anticoagulación se debe dar por periodos de al menos 3 meses dependiendo de cada caso.

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Fuente:
Dr. Claudio Alberto Ramírez Cerda– Médico especialista en Cirugía Vascular y Endovascular del Centro Médico ABC.

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    Dr. Claudio Alberto Ramírez Cerda

    Dr. Claudio Alberto Ramírez Cerda

    Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular

    Se formó como Médico General en la Universidad La Salle. Realizó la especialidad en Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular en la Universidad Nacional Autónoma de México

    Cédula: 3637937

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