Sabemos que a partir de la pandemia por COVID-19, el home office o trabajo remoto llegó para quedarse, ya que muchas empresas decidieron implementar la modalidad híbrida para sus colaboradores, dándoles la oportunidad de asistir algunos días a la oficina y otros trabajar desde su casa.
Pese a que desempeñar las funciones laborales desde la comodidad del hogar puede tener diversas ventajas, también puede repercutir en nuestra salud física y mental, principalmente si no atendemos una serie de factores importantes para el óptimo desempeño de nuestro trabajo.
Uno de esos factores primordiales es la ergonomía, ya que permanecer sentados durante varias horas sin el apoyo adecuado puede ocasionar dolor de cuello y espalda, problemas de circulación y tensión muscular, lo que puede desencadenar una tendinitis o el síndrome del túnel carpiano, entre otras afecciones del sistema musculoesquelético y nervioso.
Realizar nuestras actividades cotidianas en un entorno incómodo, sin lugar a dudas, puede causar estrés y ansiedad, falta de concentración y fatiga ocular, dañando nuestra salud mental y emocional, además de nuestro bienestar general.
Recuerda que la ergonomía no solo se refiere a la selección de accesorios y mobiliario, sino a tener una higiene postural correcta y a la adopción de hábitos saludables durante el trabajo, tanto presencial como a distancia.
Recomendaciones para mejorar la ergonomía en el trabajo remoto
Evita trabajar en la sala, el comedor o en la cama para cuidar tu postura y tu productividad.
Busca un lugar tranquilo con luz y ventilación natural, libre de ruidos o distractores, donde puedas colocar tu escritorio cerca de una ventana. Asegúrate de que no haya reflejos en la pantalla de tu computadora para evitar la fatiga ocular. Puedes colocar lámparas de escritorio con luz blanca regulable para ajustar la intensidad según tus necesidades.
Recuerda utilizar una silla ergonómica con reposabrazos a los lados que te proporcione un correcto apoyo lumbar para mantener tu espalda recta, con los hombros relajados, los codos doblados a 90º, las muñecas rectas, con los pies apoyados en el suelo y rodillas en posición de ángulo recto. Ajusta la altura de la silla para conseguir esta posición. Una buena postura evitará contracturas en el cuello, hombros, espalda baja, muñecas o manos.
En cuanto al escritorio, este debe ser lo suficientemente amplio para moverte y ordenar tus herramientas de trabajo.
El teclado y el mouse de la computadora deben estar sobre el escritorio, no en las bandejas de abajo, como diversas mesas de trabajo sugieren.
Busca la comodidad en todo momento para poder llevar a cabo tus actividades laborales incorporando soportes para monitor ajustables, teclados ergonómicos y ratones verticales que te ayudarán a disminuir las tensiones musculares y articulares, así como fomentar una postura más natural.
Utiliza pelotas de ejercicio o cojines ergonómicos para promover la actividad física y mejorar la postura mientras trabajas de manera remota.
Al igual que en la oficina, recuerda tomar descansos breves para relajar los músculos, estirarte, caminar, descansar la vista y beber agua para mantenerte bien hidratado, ya que eso influirá favorablemente en tu rendimiento y productividad.
Incorpora a tu día a día técnicas de respiración y relajación para mantenerte focalizado en tus actividades y aprender a controlar el estrés.
La ergonomía en el trabajo remoto es igual de importante que en la oficina para garantizar un ambiente saludable y eficiente, así como para mantenerte en forma y con energía hasta el final de tu jornada laboral.
